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martes, 22 de septiembre de 2020

POSTEO 74: Racismo científico y zoológicos humanos

En la Exposición General de Bruselas (que se inauguró el 17 de abril de 1958), los belgas pretendían mostrar al mundo los AVANCES tecnológicos, culturales y sociales de la posguerra y también los avances que habían conseguido en su colonia africana: el Congo. ‘Decoraron’ el pabellón con chozas de paja y vallas de bambú, pero también con hombres, mujeres y niños congoleses (183 familias en total) que habían sido traídos de África especialmente para la ocasión.


POSTEO 73: Cuatro retos para hacer jugar a la Ciencia

 CUATRO RETOS PARA HACER JUGAR A LA CIENCIA


1) En "El Túnel", obra de Ernesto Sábato, el personaje Juan Pablo Castel dice: "A veces creo que nada tiene sentido. En un planeta minúsculo, que corre hacia la nada desde millones de años, nacemos en medio de dolores, crecemos, luchamos, nos enfermamos, sufrimos, hacemos sufrir, gritamos, morimos, mueren y otros están naciendo para volver a comenzar la comedia inútil." 

Pregunta: ¿Qué es lo que puede hacer que la vida humana no sea una comedia inútil? ¿La ciencia ofrece alguna respuesta? 


2)En su poema "Piedra del Sol" escribió el poeta Octavio Paz: 

"Para que pueda ser he de ser otro,

salir de mí, buscarme entre los otros,

los otros que no son si yo no existo,

los otros que me dan plena existencia,

no soy, no hay yo, siempre somos nosotros."

Pregunta: ¿Somos realmente un "nosotros"? ¿Hay una sola humanidad y una sola ciencia? Aquí hay que decir que para que la Tierra sea un hogar, "nuestro hogar", la humanidad debería ser una familia.


3) En "Poderío e impotencia de Einstein" escribió Ernesto Sábato: "El hombre no es Razón Pura, sino una oscura, una misteriosa, una atribulada mezcla de razón, de emoción y de voluntad; una dramática pero maravillosa combinación de espíritu y materia, de alma y de cuerpo. La Ciencia pretendió desconocer y subestimar esta condición, que es la condición humana. Por eso tenía que llevar a un inmenso fracaso"

Pregunta: ¿Puede el ser humano desarrollar una ciencia exitosa sin resolver primero el "problema humano"?

4) Un poema de Edgar Allan Poe: A dream within a dream.

Pregunta: ¿Es la existencia algo más que un sueño dentro de un sueño? ¿Qué es "eso" que la Ciencia tiene como objeto de estudio?


jueves, 10 de septiembre de 2020

POSTEO 72: Dos frases de Ernesto Sábato sobre la ciencia

DOS FRASES DE ERNESTO SÁBATO SOBRE LA CIENCIA

El lado positivo

“En la ciencia estricta, el yo debe ser sacrificado a la objetividad; el hombre que investiga la naturaleza lo hace con los deseos, prejuicios y vanidades que son inseparables de la pobre condición humana; pero, frente a los insobornables hechos, hay un instante en que el investigador debe abandonar sus deseos, sus prejuicios y sus vanidades; este es el duro momento en que un verdadero científico se manifiesta superior al resto de los mortales; si Aristóteles hubiera sobrevivido hasta el Renacimiento y hubiera aceptado la refutación de su teoría ante la experiencia de la Torre de Pisa, entonces habría pasado a la historia como un verdadero hombre de ciencia. Estas rectificaciones no son fáciles; la historia de la ciencia está llena de hombres que se aferraron a teoría falsas mucho después que los hechos las hubieran destrozado. Los peripatéticos contemporáneos de Galileo se negaron a aceptar la existencia de los satélites de Júpiter; Poggendorff pasó a la historia por haber encajonado la memoria de Mayer, descubridor del principio de la energía; Painlevé se negaba a aceptar la teoría de Einstein; Le Chatelier comentaba con sorna que «algunos ilusos dicen haber comprobado la producción de gas helio por el uranio», varios años después que centenares de físicos trabajaban en la radiactividad. La ciencia es una escuela de modestia, de valor intelectual y de tolerancia: muestra que el pensamiento es un proceso, que no hay gran hombre que no se haya equivocado, que no hay dogma que no se haya desmoronado ante el embate de los nuevos hechos”.

El lado negativo

“El mundo de los árboles, de las bestias y las flores, de los hombres y sus pasiones, se fue convirtiendo en un helado conjunto de sinusoides, logaritmos, letras griegas, triángulos y ondas de probabilidad. Y lo que es peor: nada más que en eso. Cualquier cientista consecuente se negará a hacer consideraciones sobre lo que podría haber más allá de la estructura matemática: si lo hace, deja de ser hombre de ciencia en ese mismo instante, para convertirse en religioso, metafísico o poeta. La ciencia estricta —la ciencia matematizable— es ajena a todo lo que es más valioso para el ser humano: sus emociones, sus sentimientos, sus vivencias de arte o de justicia, sus angustias metafísicas. Si el mundo matematizable fuera el único verdadero, no sólo sería ilusorio un castillo soñado, con sus damas y juglares: también lo serían los paisajes de la vigilia, la belleza de un lied de Schubert, el amor. O por lo menos sería ilusorio lo que en ellos nos emociona.”


miércoles, 9 de septiembre de 2020

POSTEO 71: Los límites humanos y la esperanza de superarlos

 

Límites Humanos

(Nota previa: Este es un fragmento del texto “Valores transhumanistas” de Nick Bostrom)

El conjunto de pensamientos, sentimientos, experiencias y actividades accesibles a los organismos humanos constituyen, presumiblemente, solo una pequeña parte de lo que es posible. No hay razón para pensar que los seres humanos posean menos límites impuestos por su biología que otros animales. De la misma manera en que los chimpancés carecen de los medios cognitivos para comprender qué significa ser humano y lo que ello acarrea, nuestras ambiciones, nuestras filosofías, la complejidad de la sociedad humana o las sutilezas de nuestras interrelaciones, nosotros los humanos podríamos carecer también de la capacidad de formar una comprensión intuitiva y realista de lo que sería ser un ser humano mejorado (un "posthumano") y de los pensamientos, preocupaciones, aspiraciones y relaciones sociales que tales entidades puedan tener.

Nuestro propio modo actual de ser, por lo tanto, abarca solo un subconjunto diminuto de lo que es posible o permitido por las restricciones físicas del universo. No es exagerado suponer que hay partes de este espacio más grande que representan formas extremadamente valiosas de vivir, relacionarse, sentir y pensar.

Las limitaciones del ser humano nos son tan familiares que a menudo no las notamos, y cuestionarlas requiere manifestar una ingenuidad casi infantil. Consideremos algunas de las más básicas.

Esperanza de vida.

La esperanza de vida humana ha evolucionado hasta convertirse en una pequeñez de siete u ocho décadas. Esto es, desde muchas perspectivas, un período de tiempo bastante efímero. Incluso las tortugas han superado ese margen ampliamente.

Para tener la sensación de que podemos estar perdiendo algo importante por nuestra tendencia a vivir tan poco, solo tenemos que recordar algunas de las cosas valiosas que podríamos haber hecho o intentado hacer si hubiéramos tenido más tiempo. Para los jardineros, educadores, académicos, artistas, urbanistas y aquellos que simplemente disfrutan observando y participando en los espectáculos culturales o políticos de la vida, una vida es a menudo insuficiente para completar tan solo un proyecto importante, por no hablar de proyectos.

El desarrollo del carácter humano también se ve interrumpido por el envejecimiento y la muerte. Imagina lo que podría haber sido de un Beethoven o un Goethe si todavía hubieran estado con nosotros hoy en día. Tal vez se habrían convertido en viejos gruñones interesados exclusivamente en conversar sobre los logros de su juventud. Pero tal vez, si hubieran seguido gozando de salud y vitalidad juvenil, habrían seguido creciendo como personas y artistas, hasta alcanzar niveles de madurez que apenas podemos imaginar.

Capacidad intelectual.

Todos hemos tenido momentos en los que deseábamos ser un poco más inteligentes. La máquina de pensar de tres libras, parecida a un queso, que tenemos en nuestros cráneos puede hacer algunos trucos, pero también tiene notorias deficiencias. Algunas de estas, como olvidar comprar leche o no alcanzar la fluidez nativa en los idiomas que aprendes de adulto, son obvias y no requieren mayor detalle. Estas deficiencias son inconvenientes, pero difícilmente barreras fundamentales para el desarrollo humano.

Sin embargo, hay un sentido más profundo en las limitaciones de nuestro aparato intelectual y por ende en nuestra actividad mental. Mencioné la analogía del chimpancé anteriormente: tal como es el caso de los grandes simios, nuestra propia composición cognitiva podría excluir todo los niveles de comprensión y actividad mental que existen o pueden existir. El punto aquí no tiene que ver con ninguna imposibilidad lógica o metafísica: no debemos suponer que los posthumanos no aprobarían el test de Turing o que tendrían conceptos que no podrían expresarse con oraciones finitas en nuestro idioma, ni nada por el estilo. La imposibilidad a la que me refiero es más como la imposibilidad para los humanos actuales de visualizar una hiperesfera de 200 dimensiones o de leer, con un recuerdo y comprensión perfectos, todos los libros de la Biblioteca del Congreso. Estas cosas son imposibles para nosotros porque simplemente carecemos de la capacidad intelectual. De misma forma, puede que no posea la capacidad de comprender intuitivamente cómo sería ser un posthumano o de asimilar el amplio campo de asuntos de interés posthumanos.

Además, nuestros cerebros humanos pueden limitar nuestra capacidad para descubrir verdades filosóficas y científicas. Es posible que la incapacidad de la investigación filosófica por llegar a respuestas sólidas, y de aceptación general, para muchas de las grandes preguntas filosóficas tradicionales se deba al hecho de que no somos lo suficientemente inteligentes como para tener éxito en este tipo de investigación. Nuestras limitaciones cognitivas pueden estar condenándonos a yacer dentro de una cueva platónica, donde lo mejor que podemos hacer es teorizar sobre las "sombras", es decir, sobre representaciones que están lo suficientemente simplificadas y reducidas para que quepan dentro de un cerebro humano.

Funcionalidad corporal.

Nosotros mejoramos nuestro sistema inmunológico mediantes vacunas, y podemos imaginar mejoras adicionales en nuestros cuerpos que nos podrían proteger de enfermedades o nos ayudarían a moldear nuestros cuerpos según nuestros deseos (por ejemplo, al permitirnos controlar la tasa metabólica de nuestros cuerpos). Tales mejoras podrían incrementar la calidad de nuestras vidas.

Una suposición más radical podría ser posible si suponemos una visión computacional de la mente. De ser así, sería posible cargar (upload) una mente humana a una computadora, replicando detalladamente en circuitos (en silicio) los procesos computacionales que normalmente se ejecutan en un cerebro humano. Cargar la mente o convertirse en un upload poseería muchas ventajas potenciales, como la capacidad de hacer copias de seguridad de uno mismo (con un impacto favorable en la esperanza de vida) y la capacidad de transmitirse como información a la velocidad de la luz. Las mentes cargadas o uploads pueden vivir en la realidad virtual o también directamente en la realidad física mediante el control de un robot o avatar.

Mecanismos sensoriales, facultades especiales y sensibilidades.

Los mecanismos sensoriales que posee el ser humano no son ni los únicos existentes ni se hallan desarrollados plenamente. Algunos animales tienen orientación sonar, orientación magnética, sensores eléctricos y de vibración; muchos tienen un sentido del olfato mucho más agudo, una visión más aguda, etc. El rango de posibles mecanismos sensoriales no se limita a las que encontramos en el reino animal. No hay una razón por la cual no contemplar, por ejemplo, una capacidad para ver la radiación infrarroja o para percibir señales de radio, incluso agregar algo similar a la telepatía como consecuencia de la adición de transmisores de radio con interfaces adecuadas al cerebro.

Estado de ánimo, energía y autocontrol.

A pesar de nuestros mejores esfuerzos, a menudo no nos sentimos tan felices como nos gustaría. Nuestros recurrentes niveles de bienestar subjetivo parecen estar en gran parte determinados genéticamente. Las vivencias tienen poco impacto a largo plazo; los altos y bajos de la suerte nos dan momentos de euforia o nos derriban, pero hay ligero efecto a largo plazo en el bienestar identificado por el individuo. La alegría duradera sigue siendo difícil de alcanzar, excepto para aquellos que han tenido la suerte de haber nacido con el temperamento preciso para ello.

Además de que nuestro nivel de bienestar dependa de nuestros genes, estamos limitados en lo que respecta a la energía, la fuerza de voluntad y la capacidad de configurar nuestro propio carácter de acuerdo con nuestros ideales. Incluso los objetivos "simples" como perder peso o dejar de fumar resultan inalcanzables para muchos.

Nota: ¿El autor sugiere que esto podría ser corregido mediante fármacos?

sábado, 5 de septiembre de 2020

POSTEO 70: Chips electrónicos implantados en seres humanos

 Hoy día se pueden implantar y ya se lo hace, microchips en el organismo humano. Los pretextos para hacerlo se basan siempre en aplicaciones útiles a los usuarios o a las empresas que se los implantan a sus empleados solicitando, supuestamente, su libre consentimiento. El asunto es que si esta costumbre se generalizara existiría la tentación de considerar muchas aplicaciones que no sean simplemente abrir rápido la puerta de la oficina. Se podrían colocar en una persona a la que quisiéramos rastrear permanentemente, o una dictadura podría usarlos para mantener bajo la mira los movimientos de toda la población...en todo caso se podría volver una práctica rutinaria en cárceles o en personas en libertad condicional, etc. Se podría controlar también el acceso a zonas restringidas y ni que hablar si se les agrega un sistema de rastreo global combinado con drones, etc. Las posibilidades beneficiosas podrían enlistarse, pero también las posibilidades tenebrosas.

jueves, 3 de septiembre de 2020

POSTEO 69: Transhumanismo, por Julian Huxley

 

TRANSHUMANISMO – JULIAN HUXLEY (1957) 

Como resultado de mil millones de años de evolución, el universo se está volviendo consciente de sí mismo, capaz de comprender algo de su historia pasada y su posible futuro. Esta autoconciencia cósmica se está realizando en un pequeño fragmento del universo, en unos pocos seres humanos. Tal vez se haya realizado en otro lugar también, a través de la evolución de las criaturas vivientes conscientes en los planetas de otras estrellas. Pero en este planeta, nunca ha sucedido antes.

La evolución en este planeta es una historia de la realización de posibilidades siempre nuevas por la materia de la que la tierra (y el resto del universo) se convierte en vida; fuerza, velocidad y conciencia; el vuelo de los pájaros y la política social de abejas y hormigas; el surgimiento de la mente, mucho antes de que el hombre fuera soñado, con la producción de color, belleza, comunicación, cuidado maternal y los comienzos de la inteligencia y la intuición. Y finalmente, durante los últimos tics del reloj cósmico, algo completamente nuevo y revolucionario, los seres humanos con sus capacidades para el pensamiento y el lenguaje conceptuales, para la conciencia y el propósito autoconscientes, para acumular y poner en común la experiencia consciente. Porque no olvidemos que la especie humana es tan radicalmente diferente de cualquiera de los animales microscópicos unicelulares que vivieron hace mil millones de años como lo eran de un fragmento de piedra o metal.

La nueva comprensión del universo ha surgido a través del nuevo conocimiento acumulado en los últimos cien años por psicólogos, biólogos y otros científicos, arqueólogos, antropólogos e historiadores. Ha definido la responsabilidad y el destino del hombre: ser un agente para el resto del mundo en la tarea de realizar sus potencialidades inherentes lo más plenamente posible.

Es como si el hombre hubiera sido nombrado repentinamente director gerente del negocio más grande de todos, el negocio de la evolución, designado sin que se le preguntara si lo quería y sin la debida advertencia y preparación.Es más, no puede rechazar el trabajo. Tanto si quiere como si no, si es consciente de lo que está haciendo o no, de hecho está determinando la dirección futura de la evolución en esta tierra. Ese es su destino ineludible, y cuanto antes se dé cuenta y empiece a creer en él, mejor para todos los interesados.

En realidad, el trabajo se reduce a la plena realización de las posibilidades del hombre, ya sea por parte del individuo, por la comunidad o por la especie en su aventura procesional por los corredores del tiempo.

Cada hombre de nosotros comienza como una mera partícula de potencialidad, un óvulo esférico y microscópico. Durante los nueve meses antes del nacimiento, esto se desarrolla automáticamente en un rango de organización verdaderamente milagroso: la placenta, además del continuo crecimiento y desarrollo automático, el individuo comienza a realizar sus posibilidades mentales construyendo una personalidad, desarrollando talentos especiales, adquiriendo conocimiento y habilidades de diversos tipos, desempeñando su papel en el mantenimiento de la sociedad. Este proceso postnatal no es un proceso automático o predeterminado. Puede proceder de formas muy diferentes según las circunstancias y según los esfuerzos sembrados del individuo. El grado de realización de las capacidades puede ser más o menos completo. El resultado final puede ser satisfactorio o muy al revés: en particular, la personalidad puede fracasar gravemente en lograr una totalidad real. Una cosa es cierta: la personalidad bien desarrollada y bien integrada es el producto más elevado de la evolución, la realización más completa que conocemos en el universo.

Lo primero que tiene que hacer la especie humana para prepararse para el cargo cósmico al que se encuentra asignada es explorar la naturaleza humana, para averiguar cuáles son las posibilidades que se le abren (incluidas, por supuesto, sus limitaciones, ya sean inherentes o impuestas por los hechos de naturaleza externa). Hemos terminado bastante bien la exploración geográfica de la tierra; hemos empujado la exploración científica de la naturaleza, tanto muerta como viva, hasta un punto en el que se han aclarado sus principales contornos; pero la exploración de la naturaleza humana y sus posibilidades apenas ha comenzado. Un vasto Nuevo Mundo de posibilidades inexploradas espera a su Colón.

Los grandes hombres del pasado nos han dado vislumbres de lo que es posible en el camino de la personalidad, del entendimiento intelectual, del logro espiritual, de la creación artística. Pero estos son apenas más que destellos de Pisgah. Necesitamos explorar y mapear todo el reino de las posibilidades humanas, ya que se ha explorado y mapeado la geografía física real. ¿Cómo crear nuevas posibilidades para la vida cotidiana? ¿Qué se puede hacer para sacar a relucir las capacidades latentes del hombre y la mujer ordinarios para comprender y disfrutar; enseñar a la gente las técnicas para lograr la experiencia espiritual (después de todo, uno puede adquirir la técnica del baile o el tenis, entonces, ¿por qué no el éxtasis místico o la paz espiritual?); desarrollar el talento y la inteligencia nativos en el niño en crecimiento, en lugar de frustrarlos o distorsionarlos? Ya sabemos que la pintura y el pensamiento, la música y las matemáticas, la actuación y la ciencia pueden llegar a significar algo muy real para los niños y niñas normales y corrientes, siempre que se adopten los métodos adecuados para sacar a la luz las posibilidades de los niños. Estamos empezando a darnos cuenta de que incluso las personas más afortunadas viven muy por debajo de su capacidad, y que la mayoría de los seres humanos no desarrollan más que una pequeña fracción de su potencial eficiencia mental y espiritual. La raza humana, de hecho, está rodeada por una gran área de posibilidades no realizadas, un desafío al espíritu de exploración.

Las exploraciones científicas y técnicas le han dado al Hombre Común de todo el mundo una noción de posibilidades físicas. Gracias a la ciencia, los desfavorecidos llegan a creer que nadie necesita estar desnutrido o enfermo crónicamente, o privado de los beneficios de sus aplicaciones técnicas y prácticas.

El malestar del mundo se debe en gran parte a esta nueva creencia: la gente está decidida a no tolerar un nivel subnormal de salud física y vida material ahora que la ciencia ha revelado la posibilidad de elevarlo. El malestar producirá algunas consecuencias desagradables antes de que se disipe; pero es, en esencia, una inquietud benéfica, una fuerza dinámica que no se detendrá hasta que haya sentado las bases fisiológicas del destino humano.

Una vez que hayamos explorado las posibilidades abiertas a la conciencia y la personalidad, y el conocimiento de ellas se haya convertido en propiedad común, habrá surgido una nueva fuente de malestar. La gente se dará cuenta y creerá que si se toman las medidas adecuadas, nadie debe perder la verdadera satisfacción ni ser condenado a un cumplimiento deficiente. Este proceso también comenzará siendo desagradable y terminará siendo benéfico. Comenzará por destruir las ideas y las instituciones que se interponen en el camino de nuestra realización de nuestras posibilidades (o incluso negará que las posibilidades estén ahí para realizarse), y continuará al menos un comienzo con la construcción real del verdadero destino humano.

Hasta ahora, la vida humana ha sido generalmente, como la describió Hobbes, “desagradable, brutal y breve”; la gran mayoría de los seres humanos (si aún no han muerto jóvenes) han padecido la miseria de una forma u otra: pobreza, enfermedad, mala salud, exceso de trabajo, crueldad u opresión. Han intentado aliviar su desdicha con sus esperanzas y sus ideales. El problema ha sido que las esperanzas en general han sido injustificadas, los ideales generalmente no se han correspondido con la realidad.

La exploración entusiasta pero científica de las posibilidades y de las técnicas para realizarlas hará que nuestras esperanzas sean racionales y colocará nuestros ideales en el marco de la realidad, al mostrar cuántas de ellas son realmente realizables.

Ya podemos sostener con razón la creencia de que existen estas tierras de posibilidad, y que las limitaciones actuales y las frustraciones miserables de nuestra existencia podrían superarse en gran medida. Ya estamos justificados en la convicción de que la vida humana tal como la conocemos en la historia es una miserable improvisación, arraigada en la ignorancia; y que podría ser trascendida por un estado de existencia basado en la iluminación del conocimiento y la comprensión, así como nuestro control moderno de la naturaleza física basado en la ciencia trasciende las vacilaciones tentativas de nuestros antepasados, que tenían sus raíces en la superstición y el secreto profesional.

Para ello, debemos estudiar las posibilidades de crear un entorno social más favorable, como ya lo hemos hecho en gran medida con nuestro entorno físico. Partiremos de nuevas premisas. Por ejemplo, que la belleza (algo para disfrutar y algo de lo que enorgullecerse) es indispensable y, por tanto, que los pueblos feos o deprimentes son inmorales; que la calidad de la gente, no la mera cantidad, es lo que debemos apuntar, y por lo tanto que se requiere una política concertada para evitar que la actual avalancha de aumento de la población arruine todas nuestras esperanzas de un mundo mejor; que la verdadera comprensión y el disfrute son fines en sí mismos, así como herramientas o relajaciones de un trabajo, y que, por tanto, debemos explorar y hacer plenamente disponibles las técnicas de educación y auto-educación; que la máxima satisfacción proviene de la profundidad y plenitud de la vida interior y, por lo tanto, debemos explorar y hacer plenamente disponibles las técnicas del desarrollo espiritual; sobre todo, que hay dos partes complementarias de nuestro deber cósmico: una para con nosotros mismos, para ser cumplida en la realización y disfrute de nuestras capacidades, la otra para los demás, que se cumpla en el servicio a la comunidad y en la promoción del bienestar de las generaciones venideras y el avance de nuestra especie en su conjunto.

La especie humana puede, si lo desea, trascenderse a sí misma, no sólo esporádicamente, un individuo aquí de una manera, un individuo allí de otra manera, sino en su totalidad, como humanidad. Necesitamos un nombre para esta nueva creencia. Quizás el transhumanismo sirva: el hombre sigue siendo hombre, pero trascendiéndose a sí mismo, al darse cuenta de nuevas posibilidades de y para su naturaleza humana.

“Creo en el transhumanismo”: una vez que haya suficientes personas que puedan decir eso de verdad, la especie humana estará en el umbral de un nuevo tipo de existencia, tan diferente de la nuestra como la nuestra de la del hombre de Pekín. Por fin estará cumpliendo conscientemente su verdadero destino.

miércoles, 2 de septiembre de 2020

POSTEO 68: Los biohackers y Fukuyama

A continuación un texto del filósofo Francis Fukuyama extraído de su obra "El fin del hombre":

Pensemos en TRES SITUACIONES HIPOTÉTICAS, todas ellas posibilidades claras que pueden materializarse dentro de un par de generaciones. 

La primera tiene que ver con los nuevos fármacos. De resultas de los avances en neurofarmacología, los psicólogos descubrirán que la personalidad humana es mucho más moldeable de lo que se creía. Ya se da el caso de sustancias psicotrópicas, como el Prozac o el Ritalin, que afectan a rasgos como la autoestima o la capacidad de concentración, pero que tienden a producir un sinfín de efectos secundarios no deseados; de ahí que se eviten salvo en casos de una clara necesidad terapéutica. Sin embargo, en el futuro los conocimientos de genómica permitirán a las compañías farmacéuticas diseñar fármacos específicos según el perfil genético de cada paciente y minimizar considerablemente los efectos secundarios no deseados. Las personas serias podrán volverse alegres; las introvertidas, extravertidas; se podrá adoptar una personalidad el miércoles y otra para el fin de semana. Ya nadie tendrá excusa para sentirse deprimido o desdichado; incluso la gente «normalmente» feliz podrá serlo aún más sin preocuparse por posibles adicciones, resacas o lesiones cerebrales a largo plazo.  

En la segunda situación hipotética, los avances en la investigación de las células madre permitirán a los científicos regenerar casi cualquier tejido del organismo, de forma que la esperanza de vida sobrepasará con mucho los cien años. Cuando alguien necesite un corazón o un hígado nuevo, se desarrollará uno en la cavidad torácica de un cerdo o de una vaca. El único problema es que habrá muchos aspectos sutiles, y otros no tan sutiles, que la industria biotecnológica aún no habrá sabido cómo solventar: la gente se volverá mentalmente inflexible y cada vez más obcecada en su visión de las cosas conforme envejece. Aunque lo pretendan, no conseguirán resultar sexualmente atractivos para los demás y seguirán anhelando tener parejas en edad fértil. Y peor aún, se negarán a dejar el camino libre no sólo a sus hijos, sino también a sus nietos y bisnietos. Por otra parte, serán tan pocos los que tendrán hijos o relación con el sistema de reproducción tradicional que éste apenas parecerá revestir ya importancia alguna. 

En la tercera situación, los ricos seleccionarán los embriones antes de su implantación para optimizar la naturaleza de los hijos que van a tener. Podrá saberse, cada vez en mayor grado, la extracción social de un joven por su aspecto y su inteligencia; si alguien no está a la altura de las expectativas sociales, tenderá a achacarlo a la mala selección genética realizada por sus padres, en lugar de culparse a sí mismo. Se habrán transferido genes humanos a animales, e incluso a plantas, con fines científicos y para producir medicamentos nuevos; y se habrán añadido genes animales a ciertos embriones para incrementar su fortaleza física o su resistencia a las enfermedades. Los científicos todavía no se habrán atrevido a crear una quimera real —una criatura mitad humano, mitad simio—, aunque podrían hacerlo; pero los jóvenes comenzarán a sospechar que los compañeros de clase que no rinden tanto como ellos no son del todo humanos genéticamente. Porque, de hecho, no lo serán. 

Lo siento, pero vuestra alma acaba de morir… 

Hacia el final de su vida Thomas Jefferson escribió: «La propagación generalizada de la luz de la ciencia ya ha revelado ante los ojos de todos una verdad palpable: que el grueso de la humanidad no ha nacido con sillas de montar en las espaldas, y tampoco han nacido unos pocos privilegiados con botas y espuelas, preparados para cabalgar sobre los demás legítimamente, por la gracia de Dios». La igualdad política que consagra la Declaración de Independencia se asienta en el hecho empírico de la igualdad humana natural. Variamos de manera considerable como individuos y según las culturas, pero compartimos una humanidad común que potencialmente permite a todo ser humano comunicarse y establecer una relación moral con los demás seres humanos del planeta. EL INTERROGANTE DEFINITIVO SUSCITADO POR LA BIOTECNOLOGÍA es: ¿qué será de los derechos políticos cuando de verdad seamos capaces de producir unos individuos con sillas de montar en las espaldas y otros con botas y espuelas?
 

martes, 1 de septiembre de 2020

POSTEO 67: La interfaz entre el cerebro y la máquina

No está muy claro hasta dónde puede llegar Neuralink, una de las startup del multimillonario Elon Musk. Ni tampoco el objetivo de la empresa. De momento, ha logrado conectar el cerebro de un cerdo a un ordenador, a través de un chip. Musk habló con entusiasmo en el evento sobre el potencial de la tecnología para abordar las lesiones cerebrales y otros trastornos. Facilitar el uso del ordenador a personas con parálisis, tratar la pérdida de audición, abordar la enfermedad de Parkinson o incluso hacer caminar de nuevo a personas con daños en la médula espinal.Pero el emprendedor más famoso del mundo no se quedó aquí. Apuntó que entre las capacidades potenciales de la interfaz cerebro-dispositivo de Neuralink está manejar un automóvil Tesla solo con el pensamiento, jugar videojuegos, poner música directamente en la mente de una persona y "salvar y reproducir recuerdos". Musk echó volar la imaginación a lo Matrix con la búsqueda de aplicaciones más futuristas de su nuevo invento, como la capacidad de crear un vínculo de gran ancho de banda entre humanos y máquinas. Sugirió que será posible descargar un idioma al instante o aprender artes marciales. El objetivo final, al menos para Musk, sería ayudar a los humanos a competir con la inteligencia artificial.